jueves, 24 de octubre de 2013

De sterrennacht

imagen de 
http://www.vangoghgallery.com/catalog/Painting/508/Starry-Night.html




Creo que era algo totalmente previsible. ¿De qué manera hubiese podido resistirse este astrolabio a viajar entre unas estrellas arremolinadas y cálidas como soles lejanos en un cielo tan vibrante y enigmático? Me temo que era algo casi imposible... Noche estrellada, del gran Vincent Van Gogh.

 





La primera vez que oí hablar de él fue en el colegio. En aquellos años, sin saber nada de nuevas tecnologías y ni mucho menos Internet, la maestra que nos impartía historia, nos traía a clase una enciclopedia de historia del arte y nos iba mostrando las láminas, para que memorizáramos la obra y su autor. Ahí fue, quizás con 13 años, cuando me cautivó.

Recuerdo como los trazos quedaron grabados en mi mente. Era distinto a las otras obras de pintura. Me pareció que su autor debió ser alguien maravilloso. No podía ser de otra manera. No se podía expresar el mundo de una manera tan bella y original. Tan colorido e intenso. Cada pincelada aparentemente caótica, estaba integrada perfectamente en la totalidad del cuadro. Las diferentes tonalidades se fundían en un cautivador equilibrio. No había disonancias.

En el instituto, al cursar historia del arte en bachillerato supe más del gran Van Gogh. Conocí más su obra y algunos datos de su biografía. Entre ellos, destacaron su enfermedad mental, el poco reconocimiento que tuvo su obra en vida, y el fatídico accidente referente a su oreja. Su vida no era como la que yo había imaginado que debía vivir un gran genio como él. A pesar del dolor de su historia, creo que me avergoncé.
También por aquellos días, en la radio empezaban a sonar con fuerza las canciones de un nuevo grupo de música conocido como "La Oreja de Van Gogh".

La figura del gran pintor cayó en el olvido para mí. Escuchaba a menudo su nombre por la radio, desensibilizada, ajena a él y a sus obras que tanto, tantísimo, había admirado. Creo que incluso el nombre del grupo me pareció original y divertido.

Hoy en día conozco lo que me ocurrió. Se llama ignorancia y prejuicios. El estigma que marca y con el que marcamos, casi con fuego a las personas que padecen algún trastorno de salud mental.El estigma con el que juzgamos sin conocer.

Hace pocos años que volví a reencontrarme con Van Gogh, y fue casi de casualidad, con otra canción de otro autor llamado Don McLean. Curiosamente fue un poco antes de que yo empezara a conocer y tomar contacto con la realidad y los testimonios de las personas que conviven con un trastorno de salud mental y el sufrimiento que ello les provoca.
Supe de su invisibilidad ante los medios de comunicación y ante el discurrir cotidiano. Su voz silenciada por el desconocimiento y el miedo a la sociedad que creamos entre todos. El miedo a las etiquetas y a los prejuicios. El miedo a ser diferente y al rechazo. El miedo a la exclusión y al juicio colectivo.

Pienso que por suerte, cada vez somos más las personas que buscamos como romper con todas estas prácticas y con la triste realidad actual que rodea a las personas que la sufren. Que sufrimos.
Sí, hablo en plural. Yo me incluyo porque nadie estamos excentos de sufrir lo que consideramos un trastorno mental a lo largo de nuestra vida. Ni nosotros mismos, ni nuestros padres, nuestros hijos, ni hermanos, amigos, conocidos, etc.

El astrolabio hoy me ha conducido hasta una bella y conocida estrella, pero debemos seguir buscando estrellas igual o más bellas aún, anónimas y sin voz que desean salir y brillar con todo su esplendor sin miedo. Estoy segura que las descubriremos y ojalá entre todas ellas iluminen las noches más oscuras.




1 comentario:

  1. Hola Inma,acabo de descubrir tu blog. Esta es sin duda, la entrada que debo comentar, es y ha sido siempre mi cuadro favorito. Deseo que te vaya muy bien y te sirva para muchas cosas escribir. Un beso para todos

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